Almería

Este mes se ha pasado volando y también ha generado muchísimos cambios, de los que transforman la vida por completo-- la graduación de MIIS, la mudanza desde California, el perro y ahora el traslado a Almería. Sinceramente no sabía cómo me iba a encontrar esta mañana, el primer día después de haberme despedido de mi madre y de mi hermana, y tras haber realizado el largo viaje. Pero la verdad es que me encuentro muy bien y con ganas de comenzar esta nueva etapa. Dios ha sido tan fiel.

La verdad es que el viaje no me ha resultado tan pesado como los otros. Esta vez tuve una escala en Irlanda, cosa que me pareció muy interesante aunque por el itinerario de vuelo no tuve mucho tiempo para pararme. Lo que sí es cierto es que me encantaría volver a Dublin y conocer la ciudad.

La despedida

Marcus ha fallecido.

Aun con la tristeza que siento, lo que me consuela es saber que ahora está con el Señor, libre de todo dolor y enfermedad. Lo hemos amado y disfrutado desde aquel día en marzo de 2000 cuando lo llevamos a casa por primera vez hasta el día de hoy cuando lo vimos exhalar su último suspiro. Hay un lugar especial en mi corazón que siempre ocupará, y siempre guardaré los recuerdos incalculables de él y de la alegría que nos ha dado a lo largo de su vida. Ha sido un amiguito fiel y valiente y lo voy a echar mucho de menos.

Marcus

None of us can bear seeing Marcus suffer any longer. He hasn't eaten for four days, he constantly vomits and as of lately he's been having this reddish almost blood-colored diarrhea. We have all come to the conclusion that he needs to be put down to end this suffering. Shortly we will be taking him to the Animal Rescue League in East Liberty to have him put to sleep. It's surreal for me to even write those words, but I know that it is unfair to keep him here for selfish reasons. Mom has come to that conclusion as well. It has been such a hard week, watching him grow weaker and weaker. He looks emaciated after having gone so long without eating.

Mom is upstairs resting, and shortly we'll be leaving. It is so hard for her to say good bye, as it is for us all.

Chechu y yo llegamos a casa el jueves de esta semana y los dos volveremos a España el próximo domingo. Desafortunadamente no vamos a poder viajar juntos en avión hasta Madrid, pero por lo menos nos econtraremos allá en el aeropuerto y después volveremos juntos a Almería en autobus. Sinceramente me es difícil creer que sólo me queda una semana aquí en Estados Unidos y que en un abrir y cerrar de los ojos estaré de vuelta a Almería. La verdad es que estoy ansiosa por volver pero a la vez, como es lógico, me siento un poco triste porque sé que echaré mucho de menos a mi madre y a mi hermana. Pero sé que Dios nos va a ayudar a las tres y que esto servirá para hacer nos crecer aun más en nuestra fe. Lo único que podemos hacer en estos momentos es aferrarnos a Él y a su promesa de que nunca nos dejará desamparadas. Él ha sido nuestra roca durante todo este tiempo y siempre lo será.

Mi relación con Marissa ha sufrido sus altibajos en estos días también. La verdad es que quiero poder disfrutar de estos tiempos con ella, pero se empeña en ver las cosas por el lado negativo en vez de aprovechar el presente. Se preocupa por las cosas de las que no tiene control y por su actitud nadie quiere estar con ella. Sigo orando por ella y por esta situación, para que la transición sea fácil para las tres. Estoy segura de que Dios tomará el control de todas las cosas y que podremos reirnos de estos momentos.

Esta noche fui a Eat 'n Park con Chechu donde tuvimos una larga conversación de varios temas, entre ellas su noviazgo con Vera y posteriormente la situación que había cuando nos conocimos. Aun sabiendo lo que se decía de mi entre los pastores en aquella época, le preguntaba por eso de nuevo. Seré masoquista... o tonta más bien. Por supuesto entiendo por qué le habían acosejado de que tuvieramos cuidado y que oráramos bien antes de tomar cualquier decisión con respecto a nuestra relación. Y evidentemente decían esas cosas porque realmente les importaba (y les sigue importando) su bienestar y supongo que el mío también, aunque no me conocen tan bien como a Chechu. Admito que me incomoda y me duele un poco pensar que se desconfiaba de mí en ese aspecto, pero en mi defensa Dios, por su gracia, me había enseñado su visión para nosotros, así que aun estando en Granada sabía que él era mi marido.
No es que yo no confíe en los pastores de CFC ni mucho menos. Al contrario, estaré bajo su autoridad viviendo en Almería. Pero sí que ya ando con más cuidado, en las cosas que diga y al pensar en quién realmente podré confiar.

Marcus está muy mal. Ha perdido un montón de peso y ya no come tanto como antes. Por los medicamentos que está tomando no creo que esté sufriendo dolores intensos, pero se nota mucho que le cuesta hasta caminar a veces. Sé que mi madre lo está llevando fatal, por más que intente demostrar lo contrario. Yo también estoy muy triste viendolo así y se me parte el corazón pensar que posiblemente no le quede mucho tiempo. Pero lo único que podemos hacer es seguir orando y poner a Marcus en las manos de su Creador.

Ya casi nos vamos

Por más difícil que sea creer que ya mismo nos vamos de Monterey, esa es la realidad. En dos días, Chechu y yo estaremos viajando desde San José hasta Pittsburgh, y la verdad es que me cuesta creer que estos dos años de estudios se hayan acabado tan pronto. Pero a la vez estoy contentísima de que se haya terminado esta etapa de mi vida, y que ahora esté por abrir otro capítulo nuevo.

La última vez que escribí, estabamos por empezar los examenes finales del semestre. Con esos seis examenes más los otros seis examenes profesionales que tuve que tomar, al final pasé once días consecutivas tomando examanes. Once días.. Los finales me fueron bien todos. Los profesionales en cambio no me resultaron tan fáciles. Al menos que Dios hiciera un milagrazo, estoy segura de que no saqué el certificado que otorgan a los alumnos que aprueban todos los examenes profesionales. Pero sinceramente, da lo mismo. Lo más importante es que haya aprobado los examenes que sí que cuentan, que son los finales.

Chechu llegó el jueves por la noche a San Francisco. Fuimos Marissa y yo al aeropuerto a recogerlo. Desde que llegó hemos tenido varias cosas que hacer, incluso dos fiestas el viernes, la graduación del sábado y una fiesta que nos hicieron algunos compañeros el domingo, para celebrar nuestra boda. La verdad es que después de tanto jaleo estamos todos un poco cansados. Pero ha sido fantástico-- después de tanto trabajar, hay que festejar también, ¿no?

En estos días estamos deshaciendonos de todas nuestras pertenencias que hemos acumulado a lo largo de estos dos años, ya que no nos podemos llevar ninguna de ellas, excepto nuestra ropa y algunas cositas que enviaremos por correo postal a casa.